Herida hecha luz

Herida hecha luz deposita el ruido final del viaje en la poesía misma, en la palabra que todo lo llena, en el viento donde vuelan los azulejos. Esa Ítaca a la que volveremos cuando seamos nada, es nuestra propia médula vuelta calcio, agua de lluvia en la superficie de cualquier piedra, una “grieta donde la luz escape”.
Juan Sebastián Sánchez es un viajero de las palabras, desde las palabras y para las palabras, las cuales usa como naves y al mismo tiempo destinos para ir y regresar a Ítaca, depués de descubrir que esa no era la Ítaca de sus sueños y también darse cuenta que tampoco soñaba, pues la “real realidad”, a la vuelta de la esquina, le dicta como un emperador de hoja en blanco, que también sus letras le llaman a enalte-cer el oficio y a dirigir sus naves hacia el en-torno social que lo vio nacer; visto desde afuera, quienes conocemos a este autor, podríamos concluir que la poesía lo salva.