En La calavera es calva hierven el drama de un cura preso en la moralidad cristiana y el de una mujer trans que busca perdón a su único pecado: el haber tenido el valor de ser auténtica ante una sociedad hipócrita.
Daniel Espinosa Escallón logra que sobrepasemos las oscuridades mentales escondiéndolas en diálogos impecables, directos, frescos y naturales. Este es un libro hablado con el encanto costeño: plantea que no hay conflicto sin solución, que todo se resuelve con amor, compasión y mucho sentido del humor.
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