Te amo cuando te sé desnuda como la navaja,
como una hoja viva y ofrecida, como un rayo
que ciego, la calcina. Como la hierba, como la lluvia
Como mi sombra, desnuda en el espejo helado.
Tan desnuda como un pecho asido a mis labios.
Como el labio hendido de un viejo desdentado
encarado a la muerte. Como la hora indefensa
y abierta del deshielo.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.