Las penínsulas

En una época sometida a las confusiones especulativas a nombre de la poesía, sorprende el primer libro de Mauricio Suárez. En la transparencia de sus páginas expresa, bella y profundamente, sus concep-ciones de la literatura y del hombre. No es excepción encontrar versos de esta altura: Ser pájaro que bebe en las jarras del rayo. La humedad apaga la hoguera me-tafísica de los limones. Aguja oxidada ba-jo el párpado del aire. Es una poesía sugerente, breve, aguda, y su ritmo llega al oí-do como el susurro de un mensajero que viene de un astro incumplido. Las Penínsulas va a inquietar a los lectores y los invita-rá a mirarse en una manera personal de tejer palabras, emociones e imaginación. Sólo un poeta atento a las percepciones invisibles que surgen en las realidades simultáneas en que rueda la vida, puede sentir que el frío alumbra.